– Gestión y Administración de la Comunidad de Propietarios, con asunción de las funciones que la Ley de Propiedad Horizontal atribuye tanto al Administrador (contabilidad, control de cuentas, reclamaciones de impagados, gestión de averías, seguros, etc.) como al Secretario (asistencia a Juntas Generales de Propietarios y/o Juntas Rectoras, redacción de Actas, expedir certificaciones, etc.).
– Cada Comunidad dispone de una cuenta bancaria exclusiva para la gestión del edificio, cuya disponibilidad siempre es MANCOMUNADA del presidente con cualquier otro miembro de la Junta Rectora.
– Información por escrito a todos los propietarios, mensual, bimensual o trimestralmente, según la necesidad, con mención de todos los GASTOS E INGRESOS habidos durante el periodo, así como de los propietarios que se encuentran en situación de morosidad.
– Control y revisión de todos los trabajos que se realicen en la Comunidad, ya sean reparaciones o mantenimiento, mediante partes de trabajo que se cumplimentarán por obligación por los empleados del edificio (portero o mantenedor), y por la empresa de reparaciones.
– Optimizar los recursos económicos de la Comunidad, es decir abaratar en todo lo posible los gastos sin por ello disminuir la calidad del servicio que reciben sus miembros.
– Presencia física en los edificios, con el objeto de comprobar el funcionamiento del mismo, ser informado de sus problemas y adoptar las medidas correctoras necesarias, siempre de mutuo acuerdo con el Presidente de la Comunidad, y/o Junta Rectora.
– Atención personalizada a todos los miembros de la Comunidad para atender sus demandas de información y/o problemas que se les puedan presentar.